Quizá
se trate simplemente de disfrutar, de divertirse, de pasarla bien.
Sea cual sea la situación, todo termina en una sublime calma luego
de esa angustia aparentemente interminable. ¿Qué va pasar? No lo
sabemos. Vamos a veces por nuestras vidas mirando sin mirar, como
quien ve llover. Como quien no aprecia la lluvia, como quien no se
deleita con ella. Como quien no siente ganas de vivir.
¿Vivir?
Un verbo, cinco letras, dos vocales, doble v y ese sonido que nos
rasca el paladar. ¿De qué se trata todo esto? ¿Por qué van y
vienen los dolores, los sufrimientos, las quejas, los desencantos?
¿Por qué no se quedan un ratico más la alegría, la tranquilidad,
las mariposas en el estómago? Quizá se trate simplemente de
disfrutar, de divertirse, de pasarla bien. Quizá se trate de
aprender y no volver a cometer los mismos errores, de utilizar la
culpa solo cuando de ella nacen impulsos de cambio y no cuando cuando
está ahí para seguirnos desgarrando.
¿De
qué se trata todo esto? No lo sabemos. Quizá se trate de necesitar
al otro porque vemos en él eso de lo que no tenemos tanto, de formar
complementos, de cruzar el camino en parejas o grupos. Todo tendría
menos sentido aún si fuéramos seres completos, sin necesidad de los
demás, sin deseo de los demás.
Toda
mi vida me he sentido rota. Es esa y solo esa la respuesta que
siempre he querido dar luego del común
“¿Cómo estás?”. Rota, estoy rota. Me falta algo, no me siento
completa, ¿de qué se trata todo esto? Andará por ahí más de uno
que se siente igual, pero camufla todo eso en un escueto “bien”.
Y sí, a fin de cuentas si todos estamos rotos, todo estamos bien.
¿Qué va a pasar? No lo sabemos.
Tantos
dolores encerrados en tantos cuerpos, tantas historias caminando en
la calle. Tantas cosas por decir, tantas cosas jamás dichas. Tantas
cosas mías, tantas de vos. Esos “te extraño”, “me haces
falta”, “te necesito”, “no te demores tanto”. No nos
demoremos tanto. Esos “no sé si quiera”, “tengo miedo”,
“ahora no puedo”. Esos abrazos que se quedaron solo en ganas,
esos besos que preferimos dejar para más tarde. El egoísmo, la
culpa, el dolor. ¿De qué se trata todo esto? Quizá se trate
simplemente de disfrutar, de divertirse, de pasarla bien. Quizá se
trate de aprender y no volver a cometer los mismos errores.