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jueves, 19 de mayo de 2016

Duda

Quizá se trate simplemente de disfrutar, de divertirse, de pasarla bien. Sea cual sea la situación, todo termina en una sublime calma luego de esa angustia aparentemente interminable. ¿Qué va pasar? No lo sabemos. Vamos a veces por nuestras vidas mirando sin mirar, como quien ve llover. Como quien no aprecia la lluvia, como quien no se deleita con ella. Como quien no siente ganas de vivir.

¿Vivir? Un verbo, cinco letras, dos vocales, doble v y ese sonido que nos rasca el paladar. ¿De qué se trata todo esto? ¿Por qué van y vienen los dolores, los sufrimientos, las quejas, los desencantos? ¿Por qué no se quedan un ratico más la alegría, la tranquilidad, las mariposas en el estómago? Quizá se trate simplemente de disfrutar, de divertirse, de pasarla bien. Quizá se trate de aprender y no volver a cometer los mismos errores, de utilizar la culpa solo cuando de ella nacen impulsos de cambio y no cuando cuando está ahí para seguirnos desgarrando.

¿De qué se trata todo esto? No lo sabemos. Quizá se trate de necesitar al otro porque vemos en él eso de lo que no tenemos tanto, de formar complementos, de cruzar el camino en parejas o grupos. Todo tendría menos sentido aún si fuéramos seres completos, sin necesidad de los demás, sin deseo de los demás.

Toda mi vida me he sentido rota. Es esa y solo esa la respuesta que siempre he querido dar luego del común “¿Cómo estás?”. Rota, estoy rota. Me falta algo, no me siento completa, ¿de qué se trata todo esto? Andará por ahí más de uno que se siente igual, pero camufla todo eso en un escueto “bien”. Y sí, a fin de cuentas si todos estamos rotos, todo estamos bien. ¿Qué va a pasar? No lo sabemos.


Tantos dolores encerrados en tantos cuerpos, tantas historias caminando en la calle. Tantas cosas por decir, tantas cosas jamás dichas. Tantas cosas mías, tantas de vos. Esos “te extraño”, “me haces falta”, “te necesito”, “no te demores tanto”. No nos demoremos tanto. Esos “no sé si quiera”, “tengo miedo”, “ahora no puedo”. Esos abrazos que se quedaron solo en ganas, esos besos que preferimos dejar para más tarde. El egoísmo, la culpa, el dolor. ¿De qué se trata todo esto? Quizá se trate simplemente de disfrutar, de divertirse, de pasarla bien. Quizá se trate de aprender y no volver a cometer los mismos errores. 

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